Si el coronavirus no ha afectado su salud, es muy seguro que lo ha hecho a su economía. La semana pasada, unos 5 millones de personas en los Estados Unidos se agregaron a la lista de desempleados quienes enviaron su solicitud de beneficio a sus correspondientes departamentos de trabajo de sus estados.
Oficialmente unas 22 millones de personas en todo el territorio americano están desempleadas a causa del Coronavirus, encaminando a nuestra economía la era de la “Depresion Economica del Coronavirus”, y se pronostica que esta cifra seguirá creciendo si la pandemia continua influyendo en la economía americana.
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| US Great Depression 1929-1941 |
En un estudio realizado por economistas independientes Olivier Coibion, Yuriy Gorodnichenko, y Michael Weber, explican que, “Primero, la relación empleo-población ha disminuido en aproximadamente 7.5 puntos porcentuales. Con un adulto (civil no institucional) población estadounidense de 260 millones, esto corresponde a casi 20 millones de empleos perdidos a partir de abril 8. Esta estimación está en línea con (aunque incluso más que) las nuevas solicitudes de desempleo durante este período de tiempo y confirma la pérdida generalizada de empleo.
Por otro lado, la incapacidad de los gobiernos estatales para procesar los reclamos en un período corto, combinado con el hecho de que muchos trabajadores no son elegibles para los beneficios de desempleo, ha llevado a la preocupación de que estas cifras están siendo subestimadas por estos números
En Connecticut solamente, el sistema computarizado COBOL que usa el Departamento de Trabajo para procesar beneficios tenia unos 40 años de antigüedad. A partir de las miles de solicitudes, y reclamos de familias impactadas por el virus, el Estado de Connecticut ha tenido que modernizar sus sistemas cibernéticos el cual de acuerdo con el Comisionado Kurth Westby, acelerará los procesos para brindar los beneficios de manera rápida.
Por otro lado, debido a la alta sensibilidad del contagio COVID-19 a personas mayores, estas tomaron la decisión de abandonar sus empleos y optaron por jubilarse antes de tener que regresar al mercado laboral después de que pase la crisis, mucho de esto tiene que ver son sus edades o porque eran elegibles para jubilarse antes de tiempo. Otras se encontraban desempleadas antes de la pandemia, la cual los dejo fuera del mercado laboral por muchos meses desanimándolos a seguir buscando trabajo.
Los economistas esperan que esta característica sea transitoria ya que si las cosas no cambian estas familias enfrentaran la vida en casas de refugios y pocas oportunidades de trabajo, llevando al país a una gran depresión. Pero la ola de jubilaciones anticipadas documentadas sugiere que ya se están produciendo cambios más permanentes.
A esta situación, las familias americanas piden se reestablezca la economía del país, para volver a trabajar y sostener a sus familias, aunque también se encuentran en una encrucijada por la exposición al COVID-19 el cual aun no se haya medicamento ni vacuna.
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